El Bayer Leverkusen, campeón de Alemania desde mediados de abril con Xabi Alonso al frente, dominó al Kaiserslautern, de la segunda división, por 1-0 en la final de la Copa, este sábado en Berlín, firmando el doblete de títulos nacionales.
Marcó el gol de la victoria para el Leverkusen el suizo Granit Xhaka con un espectacular disparo lejano a los 16 minutos.
El equipo imparable de Xabi Alonso acaba la temporada con un balance excepcional de 43 victorias, 9 empates y una sola derrota, el miércoles en la final de la Europa League contra el Atalanta (3-0).
Con su triunfo, el ‘Werkself’ (once de la fábrica) se une a Schalke, Bayern Múnich, Colonia, Werder Bremen y Borussia Dortmund en el club de los equipos capaces de ganar en la misma temporada la Bundesliga y la Copa.
El futbolista juvenil colombiano, Gustavo Puerta, no fue convocado por el estratega del Bayer Leverkusen para el partido. Igualmente, estuvo allí para la celebración con sus compañeros, en el cierre de una temporada donde jugó 10 partidos.
En solo cuatro días, la tropa de Xabi Alonso se levantó de su gran decepción de un curso sobresaliente, la dura derrota en Dublín en la final de la Europa League.
Este sábado, en una final que sobre el papel era muy desequilibrada, entre el equipo de moda en Europa y uno que se salvó de descender en segunda (13º), la diferencia la marcó el cañón de Xhaka a unos 30 metros de la portería de Julian Krhal.
Tras un balón perdido por Florian Wirtz, el defensa Ben Zolinksi pensaba haber sofocado el peligro, pero Xhaka apareció para marcar.
Primera expulsión del curso
Dominado a partir de entonces durante diez minutos, el Leverkusen se hizo de nuevo con el control del encuentro, que disputó con diez jugadores desde el 44 por la expulsión de Odilon Kossounou, tras una entrada dura por la que vio la segunda amarilla.
Fue la primera roja en 53 partidos esta temporada para el equipo de Xabi, que reforzó su sector defensivo con la entrada en juego del internacional croata Josip Stanisic en el lugar del medio Jonas Hofmann y la salida del delantero checo Patrik Schick por el marroquí Amine Adli.
A pesar de su inferioridad numérica, el Leverkusen tuvo las mejores ocasiones en los últimos 20 minutos frente a un Kaiserslautern agotado.
El Leverkusen dio desde hace tres semanas una cita a sus aficionados para ofrecer el domingo por la tarde un recibimiento triunfal a sus jugadores en las calles de la ciudad y una celebración en el BayArena, con los dos trofeos conseguidos.
En 119 años de historia, el Leverkusen solo había ganado otros dos: la Copa de la UEFA en 1988 y la Copa de Alemania en 1993. En un 2024 mágico han doblado este número con la Schale (trofeo al campeón alemán) y una nueva Pokal dorada (la Copa).